Overview
En el siglo XIX, en Sierra Morena y en la Serranía de Ronda proliferaban los bandoleros, quienes en solitario o reunidos en partidas, sembraban el pánico asaltando y asesinando a los viajeros. Muchos de ellos fueron cantados, como benefactores de los pobres, en coplas y romances de ciego que dieron origen al mito del bandido generoso. En realidad, casi todos ellos eran hombres despiadados y sin sentimientos. Sin embargo, uno de ellos, Lucero, era considerado en toda la serranía como el paladín de los desheredados de la fortuna.
Se rodó por la Ermita y el Tranco,en el Rodaje y en la Cara del Indio (Majada Hortigal) despeñan a uno.